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Prohibición
Similar a la religión católica, la eutanasia no es permitida al pueblo judío, pues se considera que todos los hebreos son elegidos de Jehová y que es un crimen contra él intervenir en sus vidas.
En el libro segundo de los reyes del viejo testamento, escrito por Samuel, hay un párrafo que narra la historia de un combatiente herido en guerra pidió a Amalecita que lo matara con el pretexto de que estaba agonizando y que su alma no podía dejar su cuerpo. Ella cometió el homicidio por piedad y le confesó a David quien, en castigo por haber dado muerte a un "ungido de Jehová", la hizo matar.
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